viernes, 2 de marzo de 2012

La Paranoia Presidencial

Como en el año anterior, la Señora "Presidente de todos los argentinos" ("Cristina") dió cabales pruebas de su desorden mental y consecuentes conductas ajenas a la magistratura de su cargo, al discursear, con absoluta falta de respeto y sin ajuste a lo estipulado en el Art. 99 de la C.N. ante la por cierto poco o nada "Honorable" Asamblea Legislativa en la apertura de Sesiones Ordinarias del año durante mas de 3 horas, sin tener conciencia, pese a ser abogada y tener una larga carrera política, de las responsabilidades de un Presidente de la República, de la trascendencia del mensaje de "rendición de cuentas" de su gestión al frente del Poder Ejecutivo; ignorando abiertamente que se encontraba ante parlamentarios que en buena proporción son críticos de sus acciones dictatoriales -pese a habérselas concedido- y ante Gobernadores de Provincia que son partícipes del Gobierno de la Nación y ante (por medio de la televisión) una ciudadanía espectante por angustiada dada las críticas situaciones de todo tipo que viene viviendo, como así también, de la existencia de denuncias de ineficacia y corrupción de que son objeto los miembros de su gabinete de Ministros y Secretarios de Estado.
Todo giró sobre su idea loca de ser el centro, el eje motor de un país, de una Nación, de un conjunto de ciudadanos que deben su prosperidad de los últimos 10 años a "su gobierno", a su conducción y la de "El" (su fallecido esposo y ex-Presidente) habiéndolos sacado del "infierno" de la destrucción total del 2001, de las garras del neoliberalismo y el capitalismo para llevarlos a este paraiso actual del que dio muestras exhibiendo apabullantes cifras incluso de turismo interno y de construcción de viviendas, ratificando sobre el final en su descalificación al Jefe de Gobierno de la Ciudad, que el Estado soy yo, el Gobierno soy yo ("me quisieron devolver los Subterraneos")
Entiendo absolutamente inútil extenderme criticando del primero al último de los dichos y datos del extenso relato divagante, mendaz y mesiánico que muy lamentablemente es "canto de sirena" (por no decir "palabra de Dios") para las masas incultas y para la "tropa" de militantes que llenaron los palcos del recinto y colmaban las adyacencias del Congreso y que lo acompañaban con cánticos y agitar de banderas en un espectáculo deplorable, indigno del nivel cultural de nuestra sociedad. Ya lo hice repetidamente en escritos como este, notas, panfletos, libros y alocuciones diversas, sin lograr conmover lo suficiente a la población de manera que no se deje llevar por personajes como este -"Cristina" y sus mentores, reducido grupo de burócratas nacionalsocialistas, perversos, acomodaticios y corruptos.