viernes, 10 de octubre de 2008

Sobre llovido, mojado.

No teníamos bastantes problemas con estos gobernantes ignorantes, caprichosos en el sostenimiento de un dirigismo y centralismo aberrante, en un fiscalismo corrosivo de las bases del crecimiento económico, tal la inversión productiva fruto de la renta o ganancia de la actividad; para que ahora se nos agregue esta crisis financiera global.


Esto es por demás grave, por cuanto si ya, desde principio del año, tras la crisis con el campo y el recrudecimiento de la inflación, se inició una retracción de la economía que se proyectaba ya al año 2009, ahora, con la caída de los precios internacionales de los productos primarios, esta se profundizará, alejándose cada vez mas la posibilidad de que se intente una corrección positiva.
Si bién, por fortuna, el factor crítico desencadenante -la burbuja inmobiliaria/hipotecaria y otras inversiones especulativas promovidas por los Fondos de Inversión- nos alcanzan solo a medias (en la caída de los precios de los granos) resulta suficiente para agravar la situación planteada de dependencia del superavit fiscal de las "retenciones".
El gobierno, engolozinado con este impuesto, ahora mas que nunca se resistirá a eliminarlo, en tanto que, para frenar la corrida al Dolar, aumentará las tasas de interés, restringiéndose el crédito aún mas y para morigerar la inflación continuará con los subsidios y la autorización mínima de aumentos de tarifas.
Este "modelo" es insostenible. Lo planteé ya en el mes de abril, en el trabajo "Las Causas del Fracaso del Modelo Kirchnerista" y es motivo de mi apoyo a las entidades gremiales del agro y su Mesa de Enlace, que hicieron punta en la resistencia a que este continúe; encontrándome empeñado en que se plieguen entidades de otros sectores, con el propósito de organizar un Paro Nacional de Actividades Empresarias (Lock out) que mueva al Gobierno Nacional, con total consenso, a modificar radicalmente este esquema de gobierno.