domingo, 20 de julio de 2008

No hay derrota. La lucha debe continuar.

Buenos Aires, 19 de Julio de 2008

El exito alcanzado en el Senado con el rechazo a la iniciativa del Poder Ejecutivo de ratificar por Ley la Res. 125 del Ministerio de Economía de "Retenciones móviles", no debe ser considerado una "derrota", puesto que no se trató de una "batalla", solo fué una escaramuza.
Debe prestarse mucha atención a los hechos públicos de despliegue de las huestes del dictador en la Plaza Congreso como medio de presión, y la profusa difusión de consignas y argumentos en favor de dichas "retenciones", que a la vez fueron utilizadas por legisladores "oficialistas" tales como: "mejorar la recaudación para profundizar la distribución del ingreso nacional", "desacoplar los precios internos de los internacionales", "Que la carne el pan y la leche lleguen a la mesa de todos los argentinos a precios.........", "castigar a los pool de siembra.......", etc. etc., pese a que el monto a recaudar por este impuesto no es significativo en relación a la recaudación total.
Lo que nos debe hacer ver, que no fueron estos los objetivos únicos de tremendo enfrentamiento con el sector productivo agropecuario y en simultáneo con buena parte de la ciudadanía.
En este supuesto, es de esperar -yo así lo advierto- que continúen las acciones de gobierno tendientes a la consolidación del modelo "nacional y popular" unitario, dirigista, regulador y "argentinizador".
De todos modos, con la medida del Decreto que "limita" la Res. 125 y retrotrae los porcentajes a aplicar a los vigentes al 10 de marzo, las "retenciones" subsisten, y en importantes cifras que continúan siendo una exacción, al margen de que, en virtud de la vigencia de una Ley de Emergencia, de una Ley de Abastecimiento y un Presupuesto Nacional elástico en virtud de "Superpoderes" y sin control por parte del Congreso Nacional, y un Banco Central sumiso; el Poder Ejecutivo continuará con sus planes.
De modo que la lucha debe continuar, en "la calle" -con manifestaciones- y en el Congreso con bateria de Proyectos de Ley que lleven a revertir estas malas prácticas de conducción, pongan en planta el Federalismo y un Congreso Nacional que debata en extenso que "modelo" de país entienden los argentinos que debemos seguir.