jueves, 19 de abril de 2012

Nueva barrabasada del Gobierno Nacional

El envío por parte del Poder Ejecutivo al Congreso Nacional de un Proyecto de Ley de Expropiación del 51 % de las acciones de la empresa Y.P.F. propiedad de la española REPSOL, que no debe dudarse de que será aprobada por amplia mayoría, constituye un verdadero acto de vandalismo llevado adelante por la burocracia nacionalista enquistada en el mismo por voluntad de la Presidente de la Nación, para convertir en "chivo expiatorio" a dicha empresa, exponiendo que es la causante de la caida de la producción de combustibles líquidos y gas que hicieron necesaria la importación de los mismos en este último año por valores cercanos a los 10.000 Millones de Dólares, por no haber invertido en exploración y en lugar haberse llevado las utilidades; cuando la verdad, parcialmente revelada por el debate en el Congreso, es que la empresa solo participa en un 30 % en el tema explotación de hidrocarburos y la mayoría está en manos de otras empresas que también redujeron sus actividades exploratorias y extractivas y por tanto ante el desabastecimiento general especialmente de gas-oil, fuell-oil y gas natural activaron la importación -pero "ojo"- que las mismas corrieron por cuenta de la Empresa Estatal ENARSA con total beneplácito de la horda en combinación con el nacionalista Chavez.

La historia es larga, necesitaría 300 hojas para contar como desde el año 1973, de la crisis mundial del petróleo (aunque no solo en este tema) la falta de políticas adecuadas a las nuevas situaciones que se van presentando y la persistencia por parte de los distintos gobernantes en sabotear y anular las concesiones a empresas privadas extranjeras llevaron a la actual situación, en que la primera "víctima" es Repsol porque es pequeña y no pudo aguantar como lo están haciendo otras, ante las asfixiantes condiciones impuestas por el Gobierno Nacional para el desarrollo de sus negocios.