miércoles, 10 de septiembre de 2008

El Callejón Sin Salida

Los continuos desatinos gubernamentales vienen causando escozor en los diversos sectores sociales; mas nadie atina a algo hacer.



Los manejos arbitrarios por parte del Poder Ejecutivo en todos los aspectos de la vida nacional, basados en la "legitimidad" del proceso democrático, en el mal concepto del "poder" presidencial y en el respaldo legislativo a sus acciones; han quitado toda posibilidad de reacción de los involucrados -diría víctimas- y la opinión pública y la minoría opositora en el Congreso y los Gobernadores "disidentes" son "ninguneados" permanentemente, sin derecho a pataleo, incluso reprimidos o saboteados (caso Córdoba)


Voy por partes: El sector agropecuario, luego de la gesta de caída de la Res. 125 se quedó a la espera de una invitación del P.E. a exponer sus reclamos de corrección a las destructivas políticas de las que son objeto. Resultado; ninguno. Continua la vigencia de "retenciones" a las exportaciones de granos con el agravante de que bajaron los precios internacionales y los precios máximos establecidos por la Sec. de Comercio para la leche y el ganado en pié; fueron recibidos por el nuevo Sec. de Agricultura, para nada, y fueron desairados con la no concurrencia a la Rural por parte de la Presidente y autoridades de gobierno.


A todo esto, aumentan los precios de los insumos, de los combustibles y del costo de vida.

Las Fuerzas Armadas, vilipendiadas por este gobierno y en especial por Nestor Kirchner, están siendo nuevamente juzgadas, presentándolas a la sociedad, en especial a las recientes generaciones de argentinos, como satánicos violadores, secuestradores, torturadores, y además "genocidas" siendo condenados Señores Generales que condujeron sus tropas en la lucha contra el terrorismo, a cadena perpetua, como delincuentes y asesinos; y se lo tienen que bancar, condenadas todas al ostracismo, a la negación de su función genética de la nacionalidad. Y nada pueden hacer.


La Iglesia Católica, la otra entidad rectora de la sociedad, partícipe y soporte de la epopeya emancipadora latinoamericana, también es desatendida en sus observaciones periódicas en lo que hace a llamar la atención a los gobernantes sobre las consecuencias negativas de sus acciones y falta de ellas, sobre el conjunto de la sociedad; e irrespetuosamente desairada con la negativa a participar en actos liturgicos protocolares. Ni hablar de la esbozada acusación de haber sido socia de los represores o partícipe del "terrorismo de estado" de los 70 Y tampoco nada puede hacer.
La sociedad civil, enferma de egoismo, indolente, anómica, sin paradigma en la medida en que fué defraudada una y otra y otra vez por los falsos líderes políticos que gobernaron la nación; unos de forma corporativa con los sindicatos, otros con la soberbia propia del mando militar y otros con mucha verba pero absoluto desconocimiento de las técnicas administrativas que corresponden a una eficiente acción de gobierno, no atina a organizarse para salir de esta ya rutina de ser espectadores de la realidad, de no tener la fuerza necesaria para intervenir y exigir de los actores políticos responsabilidad, ética, sentido del deber, respeto de la ley, programación consensuada del desarrollo económico y cumplimiento estricto de los planes propuestos en mediano y largo plazo de manera de hacer previsible el futuro para toda la ciudadanía.