martes, 6 de septiembre de 2011

La "farandulería" de la política

Nunca como en estos años, la función de "Político" estuvo tan bastardeada, tan en consecuencia desprestigiada, en tanto a la vez, aceptada por la ciudadanía, a todas luces por ignorancia de lo pristino de la acción y la influencia negativa en la formación cultural, de haberse convertido la exposición de propuestas por parte de los candidatos a cargos electivos gubernamentales, en un espectáculo circence en donde con frases y gestos estudiados se logre el aplauso generalizado que certifica la adhesión a su calidad de comediante, puesto qué, nunca el discurso plantéa con claridad la cruda realidad de los hechos que estaría llamando a poder revertir y para lo cual necesita del apoyo -con sus votos- de los que lo están escuchando.

Recordemos los actos proselitistas en los que personajes políticos convencieron tras pronunciar frases como "no pagaremos la deuda con el hambre del pueblo", "siganme que no los voy a defraudar", "yo seré el padre, el maestro, el médico de cada uno", etc. y cada uno fracasó en su gestión, con lo cual está claro que falseó, mintió, representó un papel engañoso, y esta es la razón que me lleva a decir que ahora la actividad política esta "farandulizada".

Si de por sí, esto es reprobable, mucho mas que eso, es inaceptable que sea practicado por el propio Primer Magistrado, la Señora Presidente de la República quién en cada oportunidad en que hace un discurso utiliza este método "farandulero" para convencer a la población de que esta llevando adelante un gran gobierno, proclamando datos que muestran los exitos de su gestión, y ahora en el paroxismo total, adelantando las metas de crecimiento a ser alcanzadas en el presente decenio, si se siguen los lineamientos económicos impresos desde el año 2005 a la fecha, subliminalmente diciéndole a la ciudadanía que la voten nuevamente como Presidente para poder ser alcanzados.

Esta conducta, cada vez mas acentuada de la Presidente, configura un agravio a la investidura del cargo que ostenta y la convierte quizás en el mayor trapacista de la historia, a nivel de Hitler y a la par de Hugo Chavez.

En descargo de ella digo, que representa un papel en una obra no escrita por ella, afin a su personalidad, por lo que lo encarna maravillosamente bién, y vuelco la responsabilidad al público, al "pueblo". al populacho y otros varios sectores sociales acomodaticios, por ignorantes y por irresponsables en aceptar esta representación de una obra de Gobierno Nacional NO "Representativo", NO "Republicano", NO "Federal", sino de un Unicato con visos de Dictadura dado el dominio y/o avasallamiento de que es objeto el Congreso Nacional.